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La salsa boloñesa

Nadie puede negar que la gastronomía italiana es una de las más prolíferas del mundo. Sus recetas han transcendido las fronteras del país, para convertirse en platos que día a día se preparan en miles de hogares y, por supuesto, en cada uno de ellos guardan un secreto, una particularidad o un pequeño toque que los convierte en platos únicos.

Ahora bien, si queremos conocer las recetas auténticas, aquellas que han dado lugar a esas delicias que hoy en día acompañan nuestro menú diario, nada mejor que acudir a su origen.

Y allí que nos vamos, a Bolonia, la niña de los mil apodos y una de las regiones más fructíferas en lo que a buena cocina respecta. La más conocida de sus recetas es, sin duda, la salsa boloñesa, cuyo verdadero nombre es “Ragú classico Bolognese”.

Los ingredientes principales de tal exquisitez son: carne picada y panceta, cebolla, zanahoria, apio, tomate triturado, nata, vino, orégano y sal. Otras recetas añaden también leche y caldo para rebajar un poco la mezcla y conseguir una salsa más ligera.

Por cierto, una curiosidad es que en el año 1982 una delegación que representaba a la Accademia Italiana della Cucina se decidió a registrar ante notario la receta original, con el fin de garantizar la continuidad de este hito de la gastronomía en su forma más auténtica y tradicional.

Se prepare de una u otra forma, lo que sí resulta imprescindible es emplear esta salsa sobre los tagliatelle, otra de las especialidades oriundas de Bolonia. Se trata de una de las pastas de huevo más clásicas en Italia, concretamente, son cintas de masa alargada y achatada, cuyas medidas perfectas son 8 centímetros de largo y 8 milímetros de ancho.

Este conjunto resulta tremendamente sabroso, pero no por ello podemos olvidar a otro de los reyes de la región: el tortellini. Esta pasta con forma de anillo se rellena tradicionalmente con lomo de cerdo, jamón, mortadela y queso parmesano, y constituye uno de las especialidades italianos más difundidas a nivel mundial. Se dice que su forma imita el ombligo de Venus y, en muchas ocasiones, se sirve con caldo.

Si se nos ha ocurrido ir a Italia y no comer pasta por cuidar nuestra línea, podemos ir olvidándolo, no sólo porque los aromas que sus restaurantes exhalan nos tentarán constantemente, sino también porque precisamente la pasta es uno de los alimentos más sencillos y naturales que existe y, por supuesto, cuidará nuestra figura.

Foto vía: flickr