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El Mausoleo de Gala Placidia, en Rávena

Para comprender la importancia del Mausoleo de Gala Placidia, dejando de lado su valor como muestra de la arquitectura del siglo V, es necesario repasar brevemente la historia y los acontecimientos que acompañaron a su construcción y la influencia de quienes estuvieron involucrados en ella.

Nos situamos en el año 402, con el poder de Roma dividido en los imperios de Oriente y Occidente, ambas gobernadas por los descendientes de Teodosio. Honorio, regente del Imperio de Occidente, decide trasladar la cúpula del poder a la ciudad de Rávena, más fácil de proteger de las hordas bárbaras debido a sus regiones pantanosas que Milán, capital imperial hasta entonces. Desde este momento, Rávena experimenta una considerable expansión, aunque tristemente sólo han llegado hasta nuestros días una pequeña parte de aquellas construcciones.

Gala Placidia era hija de Teodosio, y su matrimonio con el monarca visigodo Ataulfo traería la llegada de Valentiniano III, futuro regente del imperio de Occidente. Ferviente defensora del cristianismo, fue ella quien decidió erigir el mausoleo que lleva su nombre y he aquí un detalle curioso, sus restos no descansan en estos muros y tal vez nunca lo hicieran. La fecha de construcción debe estar entre los años 425 y 435, puesto que se debió empezar tras el reconocimiento oficial de su hijo Valentiniano III como legítimo emperador de Occidente, en la época en que éste volvía de su exilio en Bizancio.

El mausoleo presenta una base en forma de cruz, algo completamente atípico e inusual en los mausoleos imperiales tradicionales de planta central, lo cual es una buena muestra de la sensibilidad católica de Gala Placidia. Otra de las características es que parece más destinado a ser un lugar para oración que para los difuntos, y que las tumbas que reposan en él son del siglo V, no fueron puestas allí hasta mucho tiempo después y se cree que,  en ninguno de los casos, pertenecen a los miembros de la familia gobernante.

Con todo su halo de misterio, el Mausoleso de Gala Placidia es uno de los más bellos ejemplos de la arquitectura antigua, y actualmente está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Foto vía: arqhys