En la costa de Amalfi, cerca del idílico pueblo de Positano, hay un lugar que destaca por su sobrecogedora belleza, una caverna a nivel del mar que por el colorido de las aguas que la surcan recibe el nombre de Grotta dello Smeraldo, o la Cueva de la Esmeralda. Se encuentra en la bahía de la Conca dei Marini y es un lugar de visita obligada para los amantes de la naturaleza, ya que aquí se da un curioso fenómeno cuando las aguas del interior son iluminadas por el reflejo de la luz en las rocas, ofreciendo un espectáculo natural de luz y color.
Durante unas horas al día, las aguas de la Cueva de la Esmeralda se tiñen de color azul cobalto, de turquesa y de un vivo verde esmeralda, dependiendo de la hora y la refracción de la luz solar, como si de un caleidoscopio se tratase. Lo más curioso del caso es que la luz no penetra por la misma entrada de la cueva, sino que lo hace a través de una pequeña grieta bajo el agua, haciendo que parezca que se trata de iluminación artificial, pero en este caso no lo es.
El descubrimiento de la cueva se lo debemos a Luigi Buoncore, quien tuvo la suerte de observar este fenómeno en 1932, además de las hermosas estalactitas y estalagmitas que adornan el interior. Eso si, para visitarla por mar, es imprescindible contar con una embarcación pequeña o equipo de buceo, ya que la entrada es bastante baja, aunque el acceso es bastante cómodo. En las proximidades de la cueva hay un aparcamiento y también un pequeño elevador que nos llevará hasta el interior de la misma, aunque lo aconsejable es hacer el viaje en barca.
Para quienes quieran visitar la Cueva de la Esmeralda, existe un transporte regular que parte desde el Puerto de Amalfi entre los meses de Marzo y Noviembre, y el número mínimo de visitantes en grupo es de 20.
Foto vía: viajerosblog