La fachada principal del Duomo de Siena
Narran las antiguas crónicas que la rivalidad entre Florencia y Siena se resolvió en un curioso campo de batalla: la construcción de la catedral más impresionante, llamativa y sorprendente de toda Italia. Hoy, el mayor templo sacro de la ciudad medieval de Siena, Santa Maria dell´Assunta, sigue estando a la sombra de la florentina Santa Maria del Fiore. Sin embargo, se trata de una cuestión más monumental que estética, ya que la situada en la capital de la Toscana está entre las más grandes del mundo, y la de Siena no pudo seguir creciendo debido a una oportuna peste.
En lo respecta al exterior, el Duomo de Siena es uno de los mejores ejemplos que podremos contemplar de arquitectura gótica. La utilización de mármol blanco y negro, los colores que simbolizan la ciudad, cautiva al primer golpe de vista. Ya en la fachada, se juega también con el rojo y con un repertorio de estatuas que incluye seres humanos y animales. Al traspasar su puerta de entrada, la rica ornamentación subyuga de un modo más profundo que la de su hermana florentina en discordia, ya que los mosaicos que adornan los suelos son magníficos. En cambio, el Duomo de Florencia es mucho más austero.
Nave central del Duomo de Siena
Al alzar la mirada hacia la cúpula, somos testigos de un cielo pintado de azul casi eléctrico salpicado por estrellas doradas. Tanto el altar como el púlpito son también dignos de mención. En uno de los laterales de Santa Maria dell´Assunta se puede entrar a la biblioteca Piccolomini, una especie de exhibición donde se pueden admirar varios ejemplares de libros antiquísimos.
Ahora bien, lo que más llama la atención de este edificio religioso es la existencia de una pared en la que se han colocado innumerables cascos de moto, además de algunas fotos y complementos infantiles. La razón de este muestrario aún me resulta desconocida.
Información turística de Siena
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