La Toscana es, sin lugar a dudas, una de las partes más visitadas de Italia. Aquí, además de paisajes encantadores, encontramos pueblos con mucha historia. Pueblos con una arquitectura que nos hace retroceder en el tiempo. Lugares tan románticos como Castiglion Fiorentino, un municipio con tradición que deleitará incluso al visitante más exigente.
Esta ciudad medieval con murallas del siglo XIII llama la atención por las grandes torres que enmarcan el límite de la misma. Pasear entre sus calles nos regalará momentos únicos, descubriendo rincones como la plaza central donde los arcos del Vasari Loggia nos sorprenderán.
Todo en Castiglion Fiorentino parece de cuento; y es que cuenta con una amplia lista de recursos históricos y culturales. No extraña este poderío histórico y arquitectónico, teniendo lugar que estamos ante un núcleo urbano que ya fue habitado por los etruscos, algo demostrado por los numerosos restos arqueológicos encontrados en el municipio. En el Museo Arqueológico, en el interior del Palacio Pretorio, podemos observar un gran número de estos restos encontrados, desde artefactos de bronce hasta cerámicas etruscas, romanas y medievales.
Entre sus templos religiosos destacamos la Iglesia de Santa Maria delle Grazie de Rivaio, un lugar de culto y de peregrinación desde hace siglos. Un hermoso templo donde se guardan unos espectaculares frescos de la Virgen.
En otro orden, también podemos recorrer sus calles en busca de lugares como el Teatro municipal, construido en el siglo XIX, la Colegiata de San Julián o la Iglesia de la Madonna della Consolazione, siglo XVII.
Aquí, en este municipio, también vamos a poder pasear por antiguos castillos. Así, el turista podrá adentrarse en el Castillo de Mammi, del siglo XII, una antigua residencia que pertenecía a la familia Lambardi de Castiglion Fiorentino. También el Castillo della Montanina, del siglo XI y perteneciente a otra importante familia, los Tarlati de Arezzo. Finalmente, también podemos visitar el Castillo de Montecchio Vesponj, del siglo XI, que fue levantado por la familia Marchiones pero que posteriormente pasó a las manos del célebre mercenario inglés John Hawkwood.
Sin lugar a dudas se trata de una ciudad interesante que podremos incorporar en nuestra ruta por la hermosa Toscana. Un viaje al pasado que dejará huella.
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Foto vía: craigd