Cetona, paisaje y arquitectura de la Toscana
Los paisajes toscanos siguen enamorando a los turistas, siendo así una de las regiones más visitadas de Italia durante el año; y es que aquí, en la Toscana, encontramos rincones tan mágicos y maravillosos como Cetona, una localidad de la provincia de Siena que cuenta con un entorno que bien podría pertenecer al paisaje de un elaborado cuadro.
Cetona nos regala verde en sus cipreses. Nos regala una arquitectura tan típica y añeja como sabrosa; y es que Cetona cuenta con ese encanto que sólo los pueblos más tradicionales de la Toscana pueden ofrecer. Un lugar único para perderse, contemplando así maravillas como su fortaleza, la cual domina la ciudad rodeada de pinos y cipreses. Correspondiendo a la parte más antigua de la ciudad, aproximadamente del siglo X, es uno de los lugares más visitados de la localidad.
Cetona se sitúa en la ladera del monte Cetona, colocada grácilmente sin desentonar ni lo más mínimo con la forma típica de los asentamientos de la Edad Media. Así, podemos descubrir callejuelas, callejones y un trazado vertiginoso que nos regalará paseos románticos por calles empedradas.
La ciudad que antiguamente se protegía de las invasiones con una muralla que daba tres vueltas al núcleo urbano, hoy cuenta con monumentos como la plaza principal, Piazza Garibaldi, un hermoso centro urbano construido en el siglo XVI. La misma se rodea de edificios antiguos, como por ejemplo el Palacio Vitelli, la Iglesia de SS Annunziata, que actualmente es la sede de exposiciones, o la Parroquia de S. Michelle, construida aproximadamente en el año 1155.
No son los únicos edificios que admirarán nuestros ojos, pues Cetona cuenta con muchísimo más. Cuenta con el antiguo Palacio de Justicia, con el Palacio Sgarroni, el Palacio Mnutelli o la iglesia más bella de todo el pueblo, la conocida como SS Trinidad, levantada justo aquí entre los siglos XII y XIII.
Si quedamos enamorados de este paisaje idílico de la Toscana, no podemos perdernos algunos de los lugares cercanos a Cetona, como por ejemplo el Monasterio de San Francisco, levantado en el año 1212 o la instalación prehistórica de Belvedere, con más de 40.000 años de antigüedad.
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Foto vía: mauro9
