La Colina Capitolina de Roma
También conocida como Campidoglio, la Colina Capitolina es una de las más altas de las siete famosas colinas de Roma. Sus años de apogeo se vivieron durante la época clásica, cuando se erigieron los fastuosos templos romanos. Sin embargo, no resistió el paso del tiempo, y con los siglos terminó por ser abandonada totalmente.
Debido a su estado deplorable, durante el siglo XVI se decidió que era hora de urbanizar la plaza del Campidoglio. Fue entonces que el papa Pablo III donó una escultura que hoy es considerada como una de las obras cumbre del arte clásico. Se trata de la estatua ecuestre de Marco Aurelio.
Miguel Ángel Buonarroti, que fue encargado con la misión de dar una nueva vida a la plaza, ordenó que la imagen del emperador y filósofo romano fuera ubicada allí. El terreno a su alrededor aún no había sido acondicionado, pero aquel fue el primer paso en el camino hacia el levantamiento del Campidoglio.
Así se enfrentó Miguel Ángel al desafío de convertirse en urbanista. Cuidando el aspecto y la estructura arquitectónica del lugar, se abocó a la tarea. Los palacios Senatorio y dei Conservatori fueron conservados en su lugar, el primero detrás y el segundo a la derecha de la estatua.
Sin embargo, se decidió por armonizar el conjunto con un tercer palacio, que completara una tríada. Así fue que se erigió un edificio a la izquierda, frente al Palazzo dei Conservatori, y se dio a llamar Palazzo Nuovo.
Para llegar hasta allí, es necesario acceder a través de una escalinata conocida como La Cordonata. En la actualidad, se considera que esta construcción es una obra maestra del urbanismo. Gracias al arduo trabajo y al talento de Michelangelo, hoy el Campidoglio es una de las más famosas colinas romanas, y un sitio de gran belleza para visitar que no puede faltar en un viaje a la ciudad.

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