Los principales dioses de la mitología romana
La mitología romana carecía, al menos en sus inicios, de una continuidad en cuanto a los relatos y génesis de sus deidades, por lo que se nos puede presentar como una serie de mitos parcialmente separados y sin demasiada continuidad. Este hecho cambió a partir de que los romanos adoptaron los modelos mitológicos griegos, en los últimos tiempos de la república.
Por el contrario, poseían un elaborado catálogo de rituales y leyendas sobre la fundación de Roma y su posterior expansión, donde se entremezclan personajes reales con divinidades. Con el paso del tiempo, los mitos primitivos romanos fueron sufriendo la influencia de otras creencias, principalmente de la mitología griega, influencia que desembocó en un sistema mucho más elaborado y complejo, trayendo además algunos dioses griegos con el proceso, a los que se dio una equivalencia en el panteón romano.
Vamos a ver las responsabilidades de algunos de los más importantes dioses de los romanos:
–Jano es el dios de los inicios y los principios, toda aventura o empresa que se iniciase debería estar bajo la protección de Jano. Se le veneraba públicamente a principios de año, por lo que da nombre al primer mes, Enero (Jano=January).
–Vesta era venerada como la protectora de los hogares. En su redondo templo, ubicado en el Foro Romano, las vírgenes vestales estaban al cargo de mantener encendida una llama en su honor, debido a que Vesta también era vinculada al fuego.
-Saturno, en los albores de la mitología romana, era el dios protector de las cosechas y compañero de la diosa de la abundancia Ops. Saturno fue el padre de Plutón, Neptuno, Ceres y Juno, así como de Júpiter, quien le destronaría para hacerse con el puesto preferente entre los dioses.
–Ceres, una de las hijas de júpiter, pasó a ser la diosa de la agricultura tras la caída de Saturno, de hecho fue tal su importancia que de su nombre proviene la palabra «cereal», y cuya festividad se celebraba entre los días 12 y 19 de Abril.
–Júpiter, tras derrocar a Saturno como gobernante de los dioses, se convierte en el dios del cielo y el firmamento, siendo su responsabilidad todo fenómeno que viniera de éste (lluvias, truenos…). Era considerado además el protector oficial de Roma, conservador de la ley, la justicia y la verdad, y se le puede identificar con el Zeus de los griegos. Júpiter gobernaba los cielos de Roma formando triunvirato con las diosas Minerva y Juno.
–Marte era hijo de Júpiter, esposo de Juno y el dios de la guerra para los romanos, además de ser el supuesto padre de Rómulo, uno de los fundadores de Roma. Tanto el «Martes» como el mes de «Marzo» son dedicados a esta divinidad.
–Diana era la diosa de la cacería y de la luna, además de ser la protectora de ríos y manantiales y, contradictoriamente, también de los animales salvajes. Otro atributo que posee Diana es que vela por los partos de sus discípulas, trayendo la buena esperanza para los recién nacidos.
–Minerva era hija de Júpiter, o al menos de su cabeza (según la tradición). De actitud despiadada y siempre dispuesta al combate, era la protectora de los guerreros y luchadores, así como una ferviente defensora de la verdad, el raciocinio y la sabiduría. Otros patrocinios que se le atribuyen son el de las artes y el comercio, quizá por estas razones se la considera una de las 3 principales deidades del panteón.
–Venus era la diosa de la belleza y del amor (con su equivalente Afrodita en Grecia), además de la esposa de Vulcano, el señor de las forjas de metal. Pero Venus mantenía una relación adúltera con el dios de la guerra (Marte), con el irresistible Adonis y también con el padre de Eneas, Anquises. No es de extrañar que su hijo fuese nada menos que Cupido.

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