Bienal de Venecia, encuentros con el arte
Cada dos años, Venecia se prepara para convertirse en el centro absoluto del arte moderno y contemporáneo internacional. La Bienal de Venecia ha sido, durante ya más de un siglo, una de las instituciones culturales más importantes del mundo, adaptándose a los tiempos e intentando evolucionar con ellos.
Desde su inicio en 1893, la institución ha ido pasando por diferentes etapas. La idea inicial vino de la mano de un conjunto de intelectuales y artistas de la época, entre los que se encontraba el propio alcalde de la ciudad, Riccardo Selvatico. Se decidió que el lugar que acogería esta iniciativa serían los Giardini di Castello, donde cada país construiría su propio pabellón. De este modo, 1895 sería el año en el que se inauguraría este festival, recibiendo ya desde el principio una buena acogida.
Aunque hubiera sido interrumpido en dos ocasiones (entre 1916 y 1918, y 1942 y 1946) debido a las guerras, ha ido evolucionando y extendiéndose a nuevas expresiones artísticas. Desde la transformación de la Bienal en un Ente Autónomo en 1930, se han ido incorporando nuevas secciones al festival, comenzando este mismo año con la Festival Internazionale di Música Contemporánea. Dos años más tarde le seguiría la Mostra Internazionale d’Arte cinematográfica, uno de poesía que duraría tan sólo dos años, y el Festival Internazionale del Teatro en 1934. Actualmente, y a diferencia de la exposición original de arte, estos tienen carácter anual.
A pesar de un cierto hermetismo inicial, la Bienal se ha ido abriendo a las diferentes corrientes que han tenido lugar en el último siglo. En un principio, dominaban ciertos criterios académicos y la pintura que se exhibía era de corte histórico y tradicional, aunque ya tras la Primera Guerra Mundial, empezaron a considerarse otras corrientes como la impresionista de artistas como Cézanne.
Sin embargo, como sucedió en todos los campos, la Bienal también fue utilizada como arma política durante la época de Mussolini. Pero tras la Segunda Guerra Mundial, todo volvió a su cauce, y la Bienal fue recibiendo las diferentes corrientes que iban apareciendo; se empezaron a incorporar obras de artistas del surrealismo, expresionismo o cubismo, como Matisse o Picasso. El éxito del pop-art en los años 60 precedió a una serie de protestas que hicieron que se dejaran de entregar premios hasta los años 80, cuando se restableció cierta normalidad.
En las últimas décadas, ha terminado de formar su identidad. Para ello, en los años 80, añadió la Mostra Internazionale di Architettura, y finalmente en 2003 el Festival Internazionale di Danza Contemporánea. Es precisamente durante este último año cuando sufre una última modificación, convirtiéndose en una fundación.
Fotos via: La Biennale di Venezia

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