Prato, un recorrido por la provincia Toscana
La Villa de los Médici, en Poggio a Caiano
La provincia de Prato es un destino mágico de la región Toscana que tiene muchos atractivos para ofrecer. A continuación, visitaremos sus siete municipios, cada uno de ellos poseedor de encantos inigualables.
Prato es la capital de la provincia homónima, y se ubica en el corazón de Toscana, a 15 km de Florencia. Es muy reconocida por la producción textil, que dejó su impronta en las tradiciones de la población. Ejemplo de ello es el magnífico Museo del Tessuto, que se corresponde con la importante posición de la ciudad entre los productores y exportadores textiles a nivel mundial.
Las murallas del siglo XIV rodean piezas de arquitectura medieval y obras de arte de la época conviven con el arte contemporáneo, haciendo de este contraste una característica identitaria de Prato.
Carmignano es la ciudad del vino. Protegida por colinas de laderas sutiles, su paisaje se compone de extensos viñedos, enotecas y edificios del siglo XVI que albergan frescos maravillosos, entre los que destacan la Visitación de la Iglesia de San Miguel.
Vaiano, ciudad romana que fue fundada en el valle del mismo nombre, es hogar de la Abadía de San Salvador. Este sitio, de una mística especial, alberga una riqueza histórica y artística sin igual.
Poggio a Caiano, sobre las márgenes del río Ombrone, es famosa por ser el lugar de establecimiento de la Villa de los Médicis. Allí funciona en nuestros días un Museo Nacional, que expone en su interior, entre otras obras destacables, numerosos frescos correspondientes al Manierismo toscano, en el magnífico Salón del Papa León X. El jardín que se observa desde los ventanales es también una obra de arte.
Los amantes de la naturaleza se encontrarán más a gusto en Vernio. Su paisaje montañoso posee gran diversidad de vegetación y lagos ideales para tomar un baño y disfrutar del sol de Toscana.
Montemurlo es famoso por la Rocca de Montemurlo, una construcción del siglo XIV que tuvo en sus orígenes utilidad militar. Con el paso del tiempo, fue empleada como fábrica y asentamiento burgués, y guarda las huellas de su larga historia, en el centro del casco histórico de la ciudad.
Por último, Cantagallo es un pueblo medieval ubicado en las cercanías del río Bisenzio, rodeado por los Apeninos. Los montes que lo circundan son ideales para realizar turismo natural y obtener vistas espléndidas de la región.

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