Senderismo por Cerdeña
Cerdeña no es sólo sus increíbles costas. También las zonas del interior de la isla esconden auténticas maravillas que se concretan en una naturaleza virgen de tipo mediterráneo jalonada, en numerosas ocasiones, por las antiquísimas rocas pertenecientes a sus montañas. Y es que en más del 80% del territorio isleño, las protagonistas son las montañas y las altiplanicies rocosas, entre las que destacan las llamadas giare o gollei formadas por granito, esquisto, traquita y basalto.
Su estructura geológica de tipo alpino y la marcada erosión provocada por los torrenciales ríos sardos, han dado lugar a un perfil abrupto lleno de relieves, donde también destaca la fosa tectónica, que corta la isla en diagonal y separa a su vez los dos grandes macizos montañosos más importantes de Cerdeña
El pico más alto de todo este conjunto es La Marmora, que se halla a 1.834 metros sobre el nivel del mar, en el central macizo del Gennargentu. El norte de la isla también es muy conocido por los Montes de Limbara, mientras que en la parte más meridional surgen los Montes del Iglesiente y el Sulcis.
No es de extrañar que en toda esta impresionante y cambiante orografía se abran múltiples caminos preparados para los aficionados al senderismo. Una de las rutas recomendadas sale desde Oliena, permite alcanzar el Monte Corrasi y recorre la zona del Supramonte considerado el bastión de la cultura sarda más tradicional.En este trayecto se pueden apreciar numerosas curiosidades como los antiquísimos refugios de montaña, el pueblo de Orgosolo o la ciudad de Nuoro, considerada el corazón de la Cerdeña central.
Otra ruta que resulta muy interesante para practicar senderismo es la que discurre por el Monte Pinu . Se puede llegar al inicio del trayecto a unos 8 km de Olbia en dirección Tempio y se trata de una marcha de unas 3 ó 4 horas que, por supuesto, promete paisajes de ensueño marcados por la presencia de las rocas de granito.
También para los amantes del trekking se recomienda la visita a la Garganta de Gorroppu. Conocida popularmente como el cañón de Europa y ubicada en el mismo Gennargentu, esta atracción constituye uno de los símbolos más fascinantes de la isla de Cerdeña, en especial, por la envergadura de unas paredes verticales que llegan a superar los 400 metros de altitud.
Por último, en la zona sur de la isla, más concretamente, en el Monte Sette Fratelli existen caminos tranquilos ideales para pasar un día sin demasiado estrés físico y dar paseos relajantes.
Puesto que muchos de estos recorridos no llegan a estar completamente señalizados, se recomienda acudir a las asociaciones de la zona, que estarán encantadas de organizar alguno de estos paseos para vosotros.
Como véis, Cerdeña ofrece una propuesta distinta para vuestros viajes. No todo ha de ser ver monumentos, porque Italia nos ofrece Naturaleza, y muchas.

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