Descubrir el lago Trasimeno, en Umbría
Uno de los mayores reclamos turísticos y naturales de la región de Umbría es sin duda el magnífico lago Trasimeno. Acercarse hasta él no sólo ofrece la posibilidad de descubrir uno de los rincones más encantadores de Italia, sino también la de conocer un fragmento de la intensa historia del país transalpino.
Sin ir más lejos, desde el período romano hasta el medievo, el Trasimeno fue un importante punto de paso. Fue allí donde Aníbal derrotó a los ejércitos de Roma en la orilla septentrional en el año 217 a.C. Siglos más tarde, los cruzados que marchaban hacia Tierra Santa descansaron en la fortaleza de Castiglione del Lago, erigida en el siglo XII.
Esta población, que se eleva sobre una colina y que se halla circundada de agua por todos sus flancos (excepto por uno), parece flotar sobre una lejana playa. Una vez en este municipio, vale la pena entrar por la Porta Fiorentina y dirigirse hasta la Piazza Mazzini, repleta de plazas de comestibles restaurantes.
La calle principal de Castiglione del Lago, Via Vittorio Emanuele, conduce a la Piazza Gramsci y al Palazzo della Corgna. Este edificio debe su nombre a la familia que gobernó el lugar entre 1550 y 1643 y se puede visitar todos los días. En la actualidad, sus dependencias dan cabida a un pequeño museo en el que pueden admirarse pinturas que recrean la vida de los Corgna. Un pasillo cubierto conduce al visitante hasta el «palazzo» con la Rocca del Leone, un fuerte diseñado en 1247.
Por otro lado, en la orilla norte del lago, vale la pena acercarse hasta Passignano sul Trasimeno, que cuenta con un notable casco histórico. A su vez, su plaza cuenta con un parque y un embarcadero.
Finalmente, conviene dedicar un tiempo a la Isola Maggiore, un islote al que se puede acceder con trasbordador, y a San Feliciano, sito en la orilla este. En esta población se encuentra el Museo de la Pesca, que abre sus puertas de martes a domingo.
Foto vía: Agriturismo Agraria
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