Palazzo Pitti de Florencia
Por la gran cantidad de arte e historia que atesora, Florencia es una de las ciudades italianas más solicitadas cada año por los turistas. Uno de los lugares que no podemos perdernos en Florencia es el Palazzo Pitti.
Y esto por varias razones: en primer lugar, por cuestiones históricas, ya que fue mandado construir por una de las familias más importantes de Florencia. En segundo lugar, por su propia arquitectura, ya que es obra de un arquitecto esencial del Renacimiento italiano: Brunelleschi. Su fachada almohadillada es especialmente famosa. Y en último lugar, aunque quizás se trate del motivo más importante, por sus impresionantes jardines de Boboli y por los varios museos que alberga: en el Palazzo Pitti se puede visitar la Galleria Palatini, dedicada a la pintura y en la que cuelgan obras de Tiziano, Rafael, Caravaggio, Rubens o Murillo, así como la Galleria d’Arte Moderna, con obras traídas en su mayor parte de la Academia de Florencia, con ejemplos de los siglos XIX y XX.
Mención aparte merecen el Museo degli Argenti, dedicado a objetos de plata, y la Galleria del Costume, sobre la historia del traje desde el siglo XVII hasta finales de 1930. También alberga el Museo delle Porcelane, con objetos de Saboya, Sèvres y diversas manufacturas italianas; y el Museo delle Carroce, con carruajes de los siglos XVII al XIX.
A nivel constructivo, nos encontramos ante un edificio del siglo XV, que a lo largo de sus seis siglos de historia ha sufrido múltiples modificaciones. De quienes lo habitaron dan fe los apartamentos reales, abiertos en la actualidad a las visitas. Se trata de catorce estancias que usaron los Médicis y sus descendientes, que también vivieron en el palacio.
Por lo tanto, y aunque a nivel externo quizás no destaque tanto a primera vista como otros edificios de Florencia, sin ninguna duda merece ser visitado. Os animamos a que descubráis todos los secretos que encierra en su página web.
Foto vía: Treasury of castles
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