Risotto alla milanese, popular en Italia
He escuchado decir que la comida en Italia es una de las más ricas del mundo. Y luego de conocer el país, confirmé que es verdad. Allí podéis deleitar exquisitos platos, según la región donde vosotros encontréis.
Por ejemplo si viajáis al Sur, las comidas son sencillas (por lo general basadas en hortalizas o verduras con un toque de aceite de oliva), mientras que si viajáis al Norte de Italia, podéis encontrarte con delicioso platos como las típicas pastas con salsas (como pesto o boloñesa), albóndigas de ciruela y pato, guisos populares, pescados frescos y arroces, como la preparación que os invito a realizar, el clásico Risotto alla milanese (o arroz a la milanesa).
Si bien este plato es típico de la región de Lombardía, precisamente en Milán, podéis encontrarlo en casi todos los restaurantes italianos. Básicamente, lo que se precisa para su elaboración son solo tres ingredientes: arroz piamontés, queso rallado y cervellata (un embutido hecho con carne picada, parecido a las salchichas) o panceta. Opcionalmente, podéis añadir azafrán para brindar un color amarillento al risotto. Ahora sí, pasemos directamente a la receta del Risotto alla milanese, pensada para 4 comensales.
Ingredientes:
- 2 tazas de arroz blanco (de ser posible que sea grano corto)
- 5 cucharadas de manteca
- ¾ de taza de vino blanco
- ½ cucharadita de azafrán en polvo
- 1 taza de queso parmesano
- Sal
- Pimienta
- 1 cebolla
- 3 calditos de gallina
- 200 gramos de panceta
Preparación:
– Picar la cebolla y saltearla junto con la panceta en una sartén u olla con las cucharadas de manteca. Añadir el arroz blanco y revolverlo por unos segundos hasta que este traslúcido.
– A continuación, incorporar el vino blanco y dejar que evapore el alcohol. Bajar el fuego e ir agregando de a poquito el caldo de gallina (previamente hervido en una olla). Debéis estar atentos que a medida que el arroz vaya absorbiendo el líquido, agregar caldo, evitando que se seque. Salpimentar. En total habrán pasado unos 20 minutos.
– Una vez que este listo, añadir el azafrán diluido en una cucharadita de caldo.
– Lo aconsejable es ir probándolo para que no se pase, la idea es que quede al dente (con el corazón del grano algo duro). Pues ahora si, colocar el resto de la manteca y el queso parmesano recién rallado. Mezclar suavemente y servir inmediatamente con más queso parmesano sobre el plato.
Foto: Asesoria Gastronomica

Categorias: Gastronomía
hoo geniales recetas y articlos en general por favor mandenme mas de sus articulos o.o o .. ha me puedo inscribir o como hha me encanta la comida italiana nOn