Pizza Margarita, con los colores de Italia
En lo que refiere a pizzas y focaccias en Italia, es posible que encontremos en todas las cartas de los restaurantes italianos delicias como calzones, parecidos a una pizza pero plegados y cerrados sobre si mismo con diversos tipos de rellenos, la piadina, la crescentina, el borlengo o pizzas exquisitas como marinera, caprichosa, de cuatro estaciones o bien, la famosa pizza margarita.
Pues focalizando sobre esta última delicia, os comento que la pizza margarita está básicamente condimentada con tomate, mozzarella, albahaca, un chorrito de aceite de oliva extra virgen y una pizca de sal. Vale mencionar que dentro de la gastronomía de Italia, dicha preparación es la más popular junto con la ya nombrada marinera, compuesta por tomate, ajo, orégano y aceite de cocina.
En tanto su historia, la tradición se basa en que durante el año 1889, con el objetivo de honrar a la reina de Italia, Margarita de Saboya, un cocinero de apellido Esposito que trabajaba en la pizzería Brandi, originó la pizza margarita con tres ingredientes, cuyos colores corresponden a la bandera italiana.
Ingredientes para la masa de una sola pizza:
- 300 gramos de harina 0000
- 20 gramos de levadura de panadero
- 1/8 de agua tibia
- Sal
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Un chorrito de leche
Ingredientes para la guarnición:
- 850 gramos de tomates pelados de lata
- 2 bolas de mozzarella o 400 gramos de mozzarella de barra
- Sal
- Pimienta negra
- 20 hojas de albahaca
- Aceitunas negras (a gusto)
Preparación:
– Para comenzar a realizar la masa, debéis hacer un volcán con la harina 0000 y colocar en el centro del mismo la levadura (previamente diluida en agua tibia), la sal y el aceite. Comenzar a amasar con las manos, trabajándola bastante hasta quedar bien fina. Si necesitáis, podéis agregar un poco de agua y sino, leche. Queda muy rica!
-Ahora bien, a continuación cubrir la masa con un paño húmedo y dejar reposar por 15 o 20 minutos para que duplique su volumen.
– Pasado el tiempo, extender la masa sobre una placa para horno ya aceitada. Encender el horno a 220°C unos 10 minutos antes de cocinar la pizza. Pinchar la superficie de la masa.
– Ahora debéis cubrir toda la base con rodajas de tomate. También podéis hacerlo con tomates fritos, pero va a ser un tanto más pesada de esta manera. Y por encima de éstos, colocar las rodajas de mozzarella y las hojas de albahaca. Para finalizar, un chorrito de aceite, algo de pimienta y las aceitunas negras.
– A continuación, introducir en el horno la pizza y dejar cocinar unos 20 minutos aproximadamente. ¿Un secreto? Si lo deseáis, una opción rica es gratinar la superficie, dejando el queso crujiente y la albahaca bien quemadita. Para ello tenéis que ubicar el molde en la placa inferior del horno, donde el fuego le de por arriba de la misma.
Foto: La Nación Blogs

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