Las puertas del Baptisterio de Florencia, Parte I

El Baptisterio de Florencia

El Baptisterio de San Juan de Florencia tiene una gran importancia en la historia del Arte Occidental. Su planta octogonal simboliza los ocho días de la Resurrección de Cristo, así como la vida eterna dado a través del bautismo. Sus tres puertas están compuestas por relieves narrativos que se fueron llevando a cabo a lo largo del tiempo y cuya historia vale la pena conocer.

Comencemos en 1330 con el escultor y arquitecto Andrea Pisano quien –recomendado por Giotto– se encargo de la puerta sur del baptisterio. Es su única obra autógrafa y también su realización más madura. Andrea se destacó en el reto que suponía distribuir el conjunto de escenas a lo largo de las puertas, paea lo cual la dividió en rectángulos separados por marcos de tachones y cabezas de leones en relieve de carácter decorativo. En total son 28 paneles, 14 por cada puerta. Los 4 inferiores albergan representaciones de las Virtudes, mientras que los otros 10 son escenas dedicadas a la vida de San Juan Bautista.

Formalmente, la obra de Andrea se destaca por una elegante armonía. Supo representar con excelencia los pliegues de las vestimentas de las figuras para concederles una marcada corporeidad, a la vez que utilizó el paisaje de fondo como contrapunto. Todo ésto rodeado de un marco cuadrifolio o tetralobulado en los que las figuras son estilizadas y elegantes al estilo gótico, pulidas y con un acabado muy fino. Temáticamente, se advierte una estricta fidelidad a los evangelios y ningún adorno extraído de fuentes apócrifas o legendarias.

Puerta del Baptisterio de Florencia

Muchas de las escenas se hallan inteligentemente adaptadas a los vértices y a los lóbulos de los cuatrifolios, manteniendo el carácter esencial con la estructura de las puertas merced al carácter rectilíneo de las composiciones basadas en una cuadricula. En algunas, las figuras se yerguen sobre plataformas que destacan sobre cuñas y tablas, mientras que el paisaje ayuda a realzar y diferenciar los componentes figurativos de las composiciones. Las figuras y los elementos arquitectónicos también se funden en un todo único, cuyas partes se sostienen mutuamente. El nítido contraste entre el oro y el bronce se aúna a los contrastes entre las formas lisas, redondeadas y apuntadas, toscas y finas, lineales y planas, discontinuas y continuas. Todas realzan el equilibrio esencial entre los elementos figurativos y abstractos, decorativos y estructurales, que constituyen el germen de la armonía final.

Lo bueno es que para conocer las puertas del Baptisterio de San Juan sólo basta con visitar el Duomo de Florencia, sin hacer filas ni pagar boletos. Aunque sería un crimen estar allí y no visitar el interior, donde se pueden admirar –entre otras cosas- los mosaicos bizantinos del techo que sirvieron como inspiración para las Puerta sur de Andrea Pisano. La entrada cuesta 3 euros y el horario de visita es de lunes a sábado de 12 a 7 y los domingos de 8:30 a 2 de la tarde.

Fotos vía: wikipedia y bluffton

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