Ostia Antica, una visita al pasado de Roma
A unos 30 kilómetros al oeste de Roma, justo en la misma desembocadura del río Tiber se hallan las ruinas de las antigua Ostia. A pesar de que no se han encontrado restos arqueológicos que atestigüen los orígenes de Ostia Antica, se piensa que fue fundada en el siglo VII a.C por el cuarto rey de Roma, Anco Marcio y que su objetivo, en un principio, era exclusivamente militar.
Una de las calles principales de la Ostia era la llamada Via della Foce o Via Laurentina. Ésta iniciaba su recorrido en las mismas aguas del río Tíber para dirigirse hacia el sureste y unirse con la Via Ostiense que llevaba a Roma.
En el siglo III a.C, sobre una amplia área recorrida por esta última vía fue construido el Castrum, una enorme fortaleza militar en forma rectangular de 194 m de longitud por 125 m de anchura, cuyos restos se pueden apreciar hoy en día al recorrer la Ostia Antica. La amplia ciudadela militar quedaba recorrida por dos calles principales llamadas Cardo y Decumano que llevaban a las cuatro puertas del Castrum.
El Capitolio con el templo dedicado a Júpiter, Juno y Minerva data de una época posterior. El edificio se situó en el centro de Ostia y en la parte más al norte del Foro, que a su vez se ubicaba en la zona centro del Castrum. Por su parte, los monumentos más representativos del siglo I a.C son los cuatro pequeños templos y el templo de Hércules.
Fue en estos siglos, entre el III y el I a. C., cuando Ostia vivió una de sus grandes transformaciones. Así lo que comenzó siendo una base naval con propósito militar, cuyo papel fue esencial durante las guerras púnicas, acabó convirtiéndose en una ciudad comercial con mucho movimiento y en uno de los principales puerto del Imperio Romano. Su intuye que en aquella época Ostia se inundó de comercios que vendían víveres para aprovisionar los barcos.
Del período imperial destaca el teatro construido por Marco Agripa, mano derecha de Augusto, entre el 18 y el 12 a.C. y los templos levantados en el lado norte del Foro.
Sin duda el suceso más importante para la historia de ciudad fue la construcción del puerto artificial a unos pocos kilómetros al norte de Ostia. Esto sumado a la excavación de una dársena protegida por dos espigones y un faro desencadenó el crecimiento de la ciudad y su definitiva conversión en el puerto principal de Roma.
Hoy en día, la visita a estos retazos del pasado son cita obligada para el turista que viaja Roma. Además, el acceso a Ostia Antica resulta rápido y nada complicado tanto por barco como tren.

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