La pintura romana, el estilo de mampostería
La pintura romana llegó hasta nuestros días debido a la erupción del volcán Vesubio que mantuvo las ciudades de Pompeya y Herculado detenidas en el tiempo. Los romanos admiraban el arte griego, y lo que no se robaron, lo copiaron. Animaron a sus artistas a realizar copias de obras griegas especialmente famosas o populares y gracias a ello, hoy podemos conocer la sobras más célebres de la antigua Grecia.
Los romanos tendían más que los griegos a decorar sus paredes con pinturas murales. Los estilos fueron establecidos por August Mau, un historiador y arqueólogo alemán, durante la segunda mitad del siglo XIX. Él definió cuatro estilos principales, algunos con sus fases correspondientes: el estilo de mampostería, el ilusionista, el ornamental y el teatral.
El estilo de mampostería se desarrolló entre los años 150 y 80 a.C. y se caracteriza por una decoración interior que imita una pared exterior, la cual se cubría con estuco y se le plasmaban elementos planos y de relieve. La pared se divide en tres partes de forma horizontal. La superficie del estuco se pintaba con vetas de color para imitar el mármol, mientras que la cornisa y el zócalo, en relieve, se pintaban de color liso.
Ejemplos de este estilo encontramos en la Casa del Fauno, Casa del Centauro y la Casa del Samnita, todas en Pompeya. La decoración de mosaicos también era común, en paredes y pisos de las casa. Se realizaban agrupando elementos mínimos como mármol, metal y piedras de colores, ubicadas para conformar un dibujo que se diseñaba preliminarmente. Luego se estucaba el pavimento y se colocaban las piedras, que se adherían. Por último se pulían para darle un acabado brilloso.
Las técnica del mosaico también eran variadas: Opus Sectile (piedras de tamaño y forma variadas), Opus Tesselatum (piedras de tamaño y forma regular), y Opus Vermiculatum (piedras similares en forma de ondas paralelas que genera volumen y movimiento). Al instalar el mosaico se tomaba en cuenta la disposición de la gente en la sala y la luz. El mejor ejemplo lo encontramos en la Casa del Fauno: el famoso mosaico de la Batalla de Issos, realizado con la técnica opus vermiculatum.
En próximos artículos seguiremos la evolución de la pintura pompeyana.
Foto vía: pompeiiinpictures

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