El sueño de Constantino de Piero della Francesca
En las ciudades toscanas de Arezzo y Urbino, al sur de Florencia, se dedicó a aplicar los nuevos métodos del recién estrenado arte renacentista el gran pintor Piero della Francesca, poco después de mediados del siglo XV.
Uno de los frescos más conocidos de este artista es El sueño de Constantino, pintada sobre 1460 y que se encuentra en la iglesia de San Francisco en Arezzo. En él narra el episodio en el que, según la tradición, el emperador romano Constantino tiene un sueño que le hace aceptar la religión cristiana: un ángel se le apareció antes de la batalla final contra su rival y le dijo “bajo este signo vencerás”, portando en la mano una cruz.
Es muy interesante visitar esta iglesia y observar largo rato la pintura, fijándose en los detalles que hicieron de Della Francesca todo un maestro. La composición, algo teatral, destaca por los tonos pastel iluminados súbitamente por la aparición del ángel en la esquina izquierda.
A estas alturas de la Historia del Arte se dominaba ya a la perfección la perspectiva, y eso lo muestra Piero della Francesca con los dos soldados que custodian la tienda de campaña de Constantino y en el atrevido escorzo en que sitúa al ángel.
Pero sin duda, lo más importante de esta pintura es el tratamiento de la luz, por ser lo más novedoso. Los artistas previos, medievales, apenas si tuvieron noción alguna de la luz, sus figuras no proyectaban sombras y parecían carecer de volumen. Masaccio fue un precursor de este aspecto, creando luces y sombras, y pronto lo seguiría Della Francesca, expandiendo las posibilidades del nuevo descubrimiento.
Si nos fijamos, en su obra, la luz no solo modela las figuras, les otorga volumen, sino que crea sensación de profundidad. Vemos claramente que entre los soldados y la tienda donde está sentado el guardián hay un espacio, del mismo modo que entre este y el fondo de la tienda también lo hay. Además el tratamiento que da a la luz otorga redondez a la tienda donde duerme y sueña el emperador y contribuye a crear una atmósfera de misterio, de sueño, que es, al fin y al cabo, de lo que trata el fresco.
– Información práctica:
- Se puede reservar la entrada para la Capella Bacci, donde se halla la obra, en la página de la oficina de turismo de Arezzo.
- Entrada: 4€ + 2€ por reserva. Hay entrada reducida por 2€ más reserva.
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