San Quirico d’Orcia: tipismo en la Toscana
Aunque quienes visitan la magnífica e inspiradora Siena suelen cometer el error de dejarla en el tintero y pasar de largo, la localidad que centra la atención de este post, San Quirico d’Orcia, es uno de los pueblos toscanos más cautivadores.
De hecho, no es casual que el marco en el que se despliega, la hermosísima Val d’Orcia, fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2004.
De origen etrusco, el primer documento referido a San Quirico d’Orcia se remonta a 712. Asimismo, desde el siglo XI, varios textos se hacen eco del dulce momento que atraviesa este núcleo de población. Su acicate no era otro que su pertenencia a la Via Francigena, un camino de peregrinación que enlazaba la Ciudad Eterna con Canterbury.
Para llegar a San Quirico d’Orcia, hay que tomar la carretera 2, la antigua via Cassia que conducía hasta Roma (a 206 km). Su hipnótico centro histórico está formado por bonitas callejuelas medievales y está protegido por una muralla muy bien conservada.
Asimismo, cuenta con dos notables construcciones de factura románica: Santa Maria Assunta y la Colegiala. El portal central de ésta, de 1080 (el otro es del siglo XIII), representa todo el bestiario románico. En su interior, el coro exhibe un tríptico del siglo XV en el que se distingue a San Quirico, quien fue martirizado por los romanos cuando aún era un niño.
Otro monumento de interés es el Palazzo Chigi, sede del Ayuntamiento y erigido a mediados del siglo XVII, bajo la dirección de Domenico Paradisi y Carlo Fontana. Y por supuesto, tampoco hay que olvidarse del Horti Leonini (un soberbio jardín de 1580 diseñado por Diomede Leoni), de la iglesia de San Francesco y de los restos del Ospedale della Scala (un antiguo hospital del siglo XIII).
En el mirador, desde el que se puede gozar de unas vistas incomparables, se alza el monumento al piloto Tazio Nuvolari, inaugurado en el 2011.
Foto vía: Cèlia Roca

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