Lago de Iseo y la isla Monte Isola
En las cercanías de las ciudades de Brescia y Bérgamo encontramos uno de los parajes más bellos de las regiones al norte de Italia, el lago Iseo. Esta maravilla de la naturaleza, ubicada en la zona prealpina de Lombardía,se sitúa más concretamente al borde del río Oglio y a unos 185 metros sobre el nivel del mar.
Una curiosidad que lo hace único, es el hecho de albergar en el centro de sus aguas la isla lacustre más grande de Europa, la isla Monte Isola. Por supuesto, si el visitante quiere acceder al pueblo de Peschiera Maraglio, el principal núcleo de población que se encuentra sobre la isla, lo tendrá bastante fácil porque hay una embarcación que a diario y con bastante frecuencia cruza el lago para alcanzar su puerto. El viaje dura pocos minutos y además, el servicio de transporte se mantiene a lo largo de toda la noche, aunque con menor frecuencia.
Una vez en la isla no sólo existe la posibilidad de hacer un recorrido por las tradicionales callejuelas de Peschiera Maraglio, para admirar todo el encanto de los pueblos pesqueros, sino que también se puede atravesar la isla a pie, en bicicleta o en el único autobús que la recorre.
Después de la visita a las poblaciones de la isla, todavía quedan aventuras interesante en tierra firme, ya que en los alrededores del lago se extienden toda una serie de pueblecitos pesqueros,como Sarnico, Tavernola, Castro, Riva di Solto o Lovere, que bien valen la pena.
Un poco más lejos y virando hacia el sur del Iseo, dentro de la ribera de Brescia, se puede admirar la región de Franciacorta. Esta zona bañada por el sol destaca por sus amplias colinas de vides y, obviamente, por las numerosas bodegas que abren sus puertas para degustar algunos de los mejores vinos del mundo, los vinos italianos.
Algo que también supondrá un recuerdo para siempre es la excursión a los parques naturales integrados en la Valmonica, región de la planicie lombarda que contiene una de las más grandes colecciones de grabados rupestres de Europa, con más de 140.000 signos y figuras repartidas a lo largo de 8.000 años de historia.
Por lo que respecta a la gastronomía, no se puede dejar la zona sin probar algunas de las suculentas especialidades con pescado de lago que se coinan en los restaurantes de la zona. Prepárense para probar lo mejor en sardinas de lago, cachuelo y tinca.
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