La pintura romana, el estilo ilusionista
Ya hemos comenzado a ver la pintura romana y específicamente, los estilos de la pintura pompeyana. Hoy continuaremos nuestro recorrido con el segundo estilo: el estilo Ilusionista.
El estilo ilusionista se llevó a cabo entre los años 80 y 20 a.C. y consititó básicamente en la representación de elementos arquitectónicos dispuestos para crear ilusión espacial, junto a escenas mitológicas y paisajes. Este estilo buscaba la imitación de elementos arquitectónicos por medios únicamente pictóricos. No trabajaban el modelado de estuco como en el estilo de mampostería, si no que se pintaba sobre el plano, creando una ilusión espacial (proyección y recesión) que sugerida por al perspectiva, a través de las luces y sombras, el claroscuro y el color.
La pared conserva la tripartición en sentido horizontal y se suma la vertical. El panel central se destaca posteriormente. En la primera fase de este estilo, crece el ilusionismo espacial: los edificios se ubican en escorzo, con líneas de fuga y perspectiva empírica. Ejemplos de esto son la Casa de los Grifos en Roma, donde no hay relieve, pero se genera una sensación táctil y de volumen, además de los elementos divisorios (pilastras), el panel central pintado como mármol y el punto de vista en el centro de la sala. En Pompeya tenemos la famosa Villa de los Misterios, cuya alcoba ostenta un magnífico ciclo de frescos dedicado a la iniciación de los misterios dionisíacos. En estos encontramos un punto de vista desde el centro y abajo, una bóveda con arcos, columnas y casetones, sillares, ménsulas, basamento alto, etc. las figuras se mueven dentro de este espacio artificial con suaves ritmos, volúmenes, sombras, escorzos y toda la tradición helenística.
Durante la segunda fase tiende a desaparecer el ilusionismo y se recupera la pared como plano de fondo, para darle lugar a elementos decorativos y de sostén. Así, en la Casa del Cryptopórtico de Pompeya, encontramos una decoración con guirnaldas que se unen con un estípite (pilar invertido), con elementos figurativos en zona superior. Un cuadro principal muestra figuras exquisitas, como el de Polifemo y Galatea en la Villa Livia.
La Villa Farnesina representa la última fase del estilo Ilusionista. El cuadro en el panel central muestra a una ninfa que alimenta a Dionisio. También vemos y columnas “candelabros” (muy delgadas) y estatuas de Isis que emergen de una columna. Finas bandas de colores claros, ornamentos florales sutilmente pintados, figuras en miniatura y amplias áreas de fondo plano son las características generales de este estilo de pintura romana.
Foto vía: wikimedia

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