Excursiones a Pompeya, Capri y Sorrento

Desde Nápoles hay varias excursiones que se pueden hacer y todas, hagas la que hagas, no te defraudarán. Tienes la opción de ir a Pompeya y al Vesubio si te va más el turismo cultural, arqueológico… a la Isla de Capri si quieres disfrutar de un paisaje realmente precioso o quizás ir a Sorrento, tierra de sirenas, de mar y montaña. Por último, tienes la opción de quedarte en el mismo Nápoles aprovechando que el puerto está a un minuto del centro.
Excursión a Pompeya
La primera de las excursiones que puedes hacer es Pompeya, la próspera ciudad romana que quedó sepultada tras los terremotos del año 62 d.C y la erupción del 79. En Pompeya podremos pasear por sus calles, foros, templos… se puede ver todo, incluso moldes perfectos de personas y animales que no pudieron escapar de la ira del Vesubio y verás que en algunos casos, el paso del tiempo no ha borrado la expresión de terror de sus rostros.

Algunos de los sitios más interesantes son el Foro que era el corazón de la vida comercial de Pompeya, el Templo de Júpiter y el de Apolo o el Lupanar que viene del latín loba que es como se conocían a los prostitutas, así que se trata del prostíbulo de la ciudad. Son muchos los edificios y calles que puedes recorrer en este lugar donde el tiempo se detuvo para siempre.
Si quieres ir a Pompeya por libre puedes hacerlo en tren. En frente de la terminal del puerto hay una parada de bus que te lleva a la Estación Plaza Garibaldi donde tienes que coger el Circunvesubiano hasta la estación de Pompeya Scavi. El trayecto dura unos 25 minutos. Si decides ir en taxi hay que pactar el precio antes y no pagues al taxista hasta que estés de vuelta. Te saldrá por unos 80-100 euros así que si lo compartes con gente puede ser una buena alternativa a las caras excursiones del barco. Este taxi estará contigo toda la mañana y se esperará a que visites tranquilamente las ruinas.
En Pompeya puedes contratar un guía o alquilar una audioguía por unos 10 euros y la entrada te sale por 11. Los niños no pagan entrada y las audioguías para ellos salen por 6 euros. Con la entrada te dan un plano con las rutas. Ir al Vesubio te llevará una hora más de camino. Yendo hacia la estación del tren encontrarás sitios que te ofrecen excursiones par subir al volcán. La carretera tiene curvas y evidentemente, no te dejan en el cráter, así que una vez llegues te tocará subir a pie media hora más. Entre el bus y la entrada al parque nacional del Vesubio te gastarás unos 15-20 euros.
Por último, y lo mas cómodo, es que directamente contrates una excursión a Pompeya que te lleve allí. Tendrás la enorme ventaja de no preocuparte de nada, ni horarios, ni tener que buscar tu mismo los medios. Además, llevarás un guía experto que te lo explicará todo. Y creéme, en un lugar tan histórico como este, es muy bueno tener alguien a quien preguntarle cualquier curiosidad que se te ocurra.
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Excursión de Nápoles a Capri
Si pasas de volcanes y restos arqueológicos y te decides por Capri, tendrás que coger uno de los ferrys que salen del mismo puerto. Son lanchas rápidas y de Nápoles a Capri llegas en 45 minutos. Salen bastante a menudo y el precio del billete es de unos 20 euros.

Una vez en Capri te aconsejo que cojas por 10-12 euros alguna de las barcas que hacen excursiones por las grutas, te será fácil encontrarlas porque están allí mismo. Cuando regreses, dirígete al funícular que te lleva a la parte alta de Capri, aunque veas cola va bastante rápido, para subir se tarda menos de 5 minutos y el billete cuesta poco más de 1 euro.
Capri está lleno de callejuelas y tiendas de lo más pijo, los únicos coches que circulan son unos pequeñitos que se encargan de transportar las maletas a los hoteles. Verás casas de ensueño sobre los acantilados, pero a las que no se puede acceder en coche. Por eso dicen que para vivir en Capri hacen falta dos cosas: dinero y unas buenas piernas.
En este lugar Tiberio edificó su imperio, un lugar tan pequeño para todo un imperio romano. Tiberio hizo de todo en Roma y en Capri: orgías con menores, asesinatos… Tenía miedo a que lo envenenaran por eso se trasladó a esta isla. Este emperador invitaba a sus enemigos con la excusa de proponer la paz, pero en realidad les obligaba a hacer el salto mortal desde la cumbre más elevada y que hoy se conoce como El salto de Tiberio.
Recuerda que debes hacer una excursión por las grutas que hay en el mar. De la Gruta Azul unos decían que estaba habitada por sirenas y otros que había brujas y monstruos marinos. En este lugar, la luz del sol hace que el agua se vea de un color azul turquesa fosforescente. El motivo es una apertura de la gruta que se encuentra sumergida permitiendo que la luz del sol ilumine el agua desde abajo. No te vayas de aquí sin probar el limoncello en todas sus variedades: granizado, licor, turrón de limoncello o bombones. También hay una fábrica de jabones y perfumes naturales… en Capri todo huele y sabe a limón.
Excursión a Sorrento
También puedes visitar Sorrento o bien en tren desde Nápoles o bien en ferrie desde Capri. En sus orígenes fue una aldea griega y su nombre provenía del canto de las sirenas que seducían a los navegantes para que naufragaran a su paso. La leyenda dice que fue aquí donde Ulises las escuchó cantar.
Este lugar es famoso por sus acantilados y por sus callejuelas empinadas que parecen intactas desde hace muchos años con iglesias y antiguos monasterios. La Via San Cesareo es el corazón turístico de Sorrento con tiendas en las que venden de todo: artesanía local, bordados, limoncello… de todo para no volver de vacaciones sin regalos.
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