Francesco Rustici y la escultura del Cinquecento

escultura del Cinquecento

En las dos primeras décadas del siglo XVI, la producción escultórica en Italia central tuvo dos centros principales: Por un lado, en Florencia, donde la Señoría, los gremios y las familias poderosas son quienes encargan a los artistas las obras de gran envergadura para lugares como el Baptisterio de San Juan, la Catedral y la Plaza de la Señoría. Por otro lado, en Roma, que fue desplazando a Florencia como centro artístico, sobre todo por la concomitancia papal y de sus allegados

En Florencia los dos papas Médicis encargar obras al “divino” Miguel Ángel, como proyectos para la fachada de la Basílica de San Lorenzo, la Biblioteca Laurenziana y la capilla Medicea en la Sacristía Nueva en San Lorenzo que hemos vistos en otro artículos. Interesado por el mundo de la Antigüedad pero también atento a la tradición florentina, Miguel Ángel llegará a formulaciones novedosas que influyen decisivamente en el desarrollo de la escultura y la pintura en el resto del siglo, especialmente en la corriente Manierista que veremos en próximos artículos.

En los primeros años del Cinquecento se podrían distinguir tres tendencias escultóricas: una “expresiva”, que se aleja de la serenidad del clasicismo; una “clasicista”, asociada a las obras de Rafael y Bramante en Roma, y una tercera tendencia representada por Miguel Ángel.

Dentro de la primera tendencia, la “expresiva”, tomaremos como ejemplo la obra “La predicación del Bautista” sobre la puerta norte del Baptisterio de Florencia, de Francesco Rustici. Formado en el taller de Verrocchio y relacionado con Leonardo, la producción de Rustici es heterogénea y relativamente escasas, ya sea en bronce o terracota.

En los primeros años del siglo XVI, se decidió reemplazar los grupos escultóricos ubicados sobre las puertas del Baptisterio y uno de ellos fue encargado a Rustici: “La predicación del Bautista”. Se trata de un grupo escultórico de tres figuras realizado en bronce entre el 1506 y 1511. Cada estatua mide aproximadamente 265 cm. con la base. San Juan Bautista, en el centro, enmarcado por una arquitectura adintelada. A la izquierda el Fariseo (barbado), con su brazo poderoso y mano enorme que sujeta la barba, y sus pliegues abultados. Y a la derecha el Levita (calvo), con sus piernas cruzadas. Las tres son figuras de bulto y separadas, aunque no autónomas, pues dependen de su emplazamiento arquitectónico.

El grupo de figuras se encuentra involucrado en una acción y las actitudes y los gestos crean una relación sicológica entre ellas. Es clara la preocupación expresiva que se evidencia en el tratamiento de las posturas, los gestos, las anatomías, las vestimentas abultadas, etc. sugiriendo agitación o tensión interior.

En 1528 Rustici partió para Francia y se llevó consigo sus conocimientos de fundición de bronce. La ciudad de Florencia perdió su tradición de esta técnica artística por algunos años hasta que a mediados del siglo Benvenuto Cellini la “devolvió” con su magnifico Perseo, pero eso merece otro artículo. La obra de Rustici se puede visitar en el Duomo de Florencia, acercándose a la puerta norte, sin pagar entrada ni hacer largas filas. ¡Aprovechen!

Foto vía: scultura-italiana

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Categorias: Arte y Cultura, Florencia



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